Sencillas prácticas para la autodetección del cáncer de mama
El cáncer de mama es un tipo de cáncer que se forma en las células de las mamas. Este cáncer se puede producir tanto en hombres como en mujeres, sin embargo, es mucho más común en las mujeres.
Este tipo de cáncer se origina cuando las células mamarias comienzan a crecer sin control formando un tumor que a menudo se puede observar en una radiografía o se puede palpar como una masa o bulto.
En Colombia, esta enfermedad se perfila como un problema de salud pública debido a que por su causa anualmente fallecen 2.649 mujeres aproximadamente, se considera la primera causa de enfermedad y muerte por cáncer entre las mujeres colombianas.
La actividad física, la alimentación saludable, evitar el sobrepeso y disminuir el consumo de alcohol, pueden reducir el riesgo de padecer cáncer de mama.
Una parte importante de la salud de los senos consiste en saber cómo lucen y se sienten normalmente, aunque es importante hacerse pruebas de detección periódicas para el cáncer de seno, los mamogramas no encuentran todos los cánceres de seno. Esto significa que también es importante que las mujeres estén pendientes de los cambios en sus senos y que conozcan los signos y síntomas de alarma.
El síntoma más común del cáncer de seno es una masa o bulto nuevo. Una masa no dolorosa, dura y con bordes irregulares tiene más probabilidades de ser cáncer, aunque los tumores cancerosos del seno también pueden ser sensibles a la palpación, blandos y de forma redondeada. También pueden causar dolor.
Otros posibles síntomas del cáncer de seno son:
- Hinchazón de todo el seno o parte de él (aunque no se sienta un bulto)
- Formación de hoyuelos en la piel (a veces parecido a la cáscara de una naranja)
- Dolor en el seno o en el pezón
- Retracción (contracción) de los pezones
- Piel del pezón o seno roja, seca, descamada o gruesa
- Secreción del pezón que no sea leche materna
- Ganglios linfáticos hinchados (algunas veces un cáncer de seno se puede propagar a los ganglios linfáticos de las axilas o alrededor de la clavícula y causar un bulto o hinchazón ahí, aun antes de que el tumor original en el seno sea lo suficientemente grande como para poderlo palpar)
El autoexamen de mama se convierte en una acción de autocuidado y protección cotidiana que ayuda a las mujeres a la detección temprana de cáncer. Cuando el cáncer de mama se detecta tempranamente, se establece un diagnóstico adecuado, y se dispone de tratamiento para actuar de manera inmediata y efectiva, incrementando las posibilidades de curación.
Es importante que las mujeres realicen palpación una vez al mes de sus propios senos buscando anomalías en su tamaño o forma. La realización regular de este autoexamen familiariza a la mujer con la consistencia usual de sus mamas y permitirá la identificación de nódulos o masas de forma más sencilla.
Te contamos como realizarte el autoexamen de mama en cinco sencillos pasos:
Antes de empezar sitúate de pie frente a un espejo y desnúdate de cintura para arriba. Procura que haya buena iluminación y trata de evitar las sombras intensas.
1. Observación frente al espejo con los brazos caídos: Estando de pie frente al espejo deja los brazos relajados, caídos y pegados al cuerpo. Observa si el tamaño de ambas mamas es el habitual y si su simetría es razonable (es algo habitual en las mujeres tener un pecho ligeramente más grande que otro). Comprueba que la piel no esté excesivamente rugosa (como la piel de naranja), no tenga zonas enrojecidas, ni bultos ni hoyuelos. Comprueba que tus pezones no estén retraídos o hundidos.
2. Observación con los brazos levantados: En la misma posición en la que estás, pon tus manos entrelazadas por detrás de la cabeza. En esta postura, comprueba que el contorno inferior de tus mamas sea circular, regular, y más o menos simétrico en ambas mamas. Mírate de frente y de lado.
3. Palpación de pie: Sigue de pie. Levanta el brazo izquierdo y pon la mano izquierda sobre tu nuca. Utiliza la mano derecha para palparte la mama izquierda. Luego haz lo mismo con la otra mama (mama derecha con brazo izquierdo). Para palparte la mama utiliza los tres dedos medios de la mano (índice, corazón y anular). Puedes recorrer tu mama de tres formas: en círculos desde fuera hacia dentro, recorriendo tu pecho en líneas verticales o recorriendo tu pecho en líneas horizontales. Pásate los dedos suavemente, pero con firmeza, y comprueba que no notes ningún bulto extraño. Presta especial atención a la zona que va de la axila a la mama: es ahí donde se detectan más de la mitad de los casos.
4. Palpación tumbada: Seguidamente, túmbate en la cama boca arriba. Ponte una almohada bajo el hombro izquierdo para palparte la mama izquierda. A continuación, pálpate igual que en el paso tres: levanta el brazo izquierdo, pon la mano izquierda en la nuca, y pálpate la mama izquierda con la mano derecha haciendo círculos o líneas. Haz lo mismo para la otra mama.
5. Pezón: Comprime los pezones con los dedos índice y pulgar para comprobar si sale líquido. Si sale algún tipo de líquido, toma nota de sus características (transparente, lechoso o sanguinolento) para describirlas a tu médico.
Si durante la autoexploración encuentras que la piel de tus mamas es demasiado rugosa, presenta hoyuelos, o enrojecimientos, si tienes un seno más grande de lo habitual, si has notado bultos sospechosos o tus pezones segregan líquido, es aconsejable que contactes a tu médico.
Fuentes:
https://medlineplus.gov/
https://www.who.int/es
https://mejorconsalud.com
https://www.minsalud.gov.co/Paginas/default.aspx