Depresión ¿Cómo detectarla?
La depresión es un trastorno emocional que causa un sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en realizar diferentes actividades. Esta enfermedad afecta los sentimientos, los pensamientos y el comportamiento de una persona y puede causar varios problemas físicos y emocionales. Una persona con depresión tiene dificultades para realizar sus actividades cotidianas y en ocasiones incluso, sienten que no vale la pena vivir.
La depresión se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración.
La depresión puede llegar a hacerse crónica o recurrente y dificultar sensiblemente el desempeño en el trabajo o el colegio/universidad y la capacidad para afrontar la vida diaria. En su forma más grave, puede conducir al suicidio. Si es leve, se puede tratar sin necesidad de medicamentos, si es de carácter moderado o grave, se necesitan medicamentos y psicoterapia profesional.
Esta enfermedad es frecuente en todo el mundo y se calcula que afecta a más de 300 millones de personas. La depresión puede convertirse en un problema de salud serio y puede causar gran sufrimiento y alterar las actividades laborales, escolares y familiares de la persona afectada.
Dependiendo del número y de la intensidad de los síntomas, los episodios depresivos pueden clasificarse como leves, moderados o graves.
Trastorno depresivo recurrente
Se caracteriza por repetidos episodios de depresión. Durante estos episodios, hay estado de ánimo cabizbajo, pérdida de interés y de la capacidad de disfrutar, y reducción de la energía que produce una disminución de la actividad, todo ello, durante un mínimo de dos semanas. Muchas personas con depresión también padecen síntomas de ansiedad, alteraciones del sueño y del apetito, sentimientos de culpa y baja autoestima, dificultades de concentración e incluso síntomas sin explicación médica.
Trastorno afectivo bipolar
Este tipo de depresión consiste característicamente en episodios maníacos y depresivos, separados por intervalos, con un estado de ánimo normal. Los episodios maníacos cursan con estado de ánimo elevado o irritable, hiperactividad, autoestima excesiva y disminución de la necesidad de dormir.
La detección precoz de la depresión es fundamental, por lo que en esta nota les ayudamos a reconocer fácilmente esta enfermedad, para ponerle remedio a tiempo y comenzar cuanto antes a combatirla.
Síntomas:
- Si una persona siente tristeza sin motivo aparente o justificado y no tiene ganas de hacer nada por falta de ilusión y motivación, podría estar desarrollando una depresión.
- Dejar de comer, dormir mal o demasiado y sentirse sin fuerzas, pueden ser síntomas físicos indicativos de una depresión.
- El depresivo tiende a aislarse, no quiere relacionarse con nadie, deja de quedar con otras personas y de salir a la calle e incluso puede mostrarse malhumorado con los miembros de su familia y amigos.
- Enojo, irritabilidad o frustración por asuntos de poca importancia.
- Pérdida de interés o placer por la mayoría de las actividades habituales o todas, como las relaciones sexuales, los pasatiempos o los deportes.
- Alteraciones del sueño, como insomnio o dormir demasiado.
- Cansancio y falta de energía, por lo que incluso las tareas pequeñas requieren un mayor esfuerzo.
- Falta de apetito y adelgazamiento, o más antojos de comida y aumento de peso.
- Ansiedad, agitación o inquietud.
- Lentitud para razonar, hablar y hacer movimientos corporales.
- Sentimientos de inutilidad o culpa, fijación en fracasos del pasado o autoreproches.
- Dificultad para pensar, concentrarse, tomar decisiones y recordar cosas.
- Pensamientos frecuentes o recurrentes sobre la muerte, pensamientos suicidas e intentos de suicidio.
- Problemas físicos inexplicables, como dolor de espalda o de cabeza.
Síntomas de depresión en niños y adolescentes
Los signos y síntomas frecuentes de depresión en los niños y adolescentes son similares a los de los adultos, sin embargo, hay algunas diferencias:
- En los niños más pequeños, los síntomas de depresión pueden consistir en tristeza, irritabilidad, apego, preocupación, dolores, negarse a ir a la escuela o bajo peso.
- En los adolescentes, los síntomas pueden comprender tristeza, irritabilidad, sentirse negativo e inútil, ira, bajo rendimiento o poca asistencia a la escuela, sentirse incomprendido y extremadamente sensible, consumir drogas de uso recreativo o alcohol, comer o dormir demasiado, autolesionarse, perder el interés por las actividades habituales y evitar la interacción social.
Síntomas de depresión en adultos
La depresión no es una parte normal del envejecimiento, y nunca debe tomarse a la ligera. Lamentablemente, la depresión a menudo no se diagnostica ni se trata en adultos. Los síntomas de la depresión pueden ser diferentes o menos evidentes en los adultos mayores, entre ellos se encuentran:
- Problemas de memoria o cambios en la personalidad
- Dolores físicos
- Fatiga, pérdida del apetito, problemas del sueño o pérdida del interés en el sexo, que no son resultado de una enfermedad ni de un medicamento
- Querer quedarse en casa con frecuencia, en lugar de salir a socializar o hacer cosas nuevas
- Pensamientos o sentimientos suicidas, en especial en los hombres mayores
La depresión no es una psicosis, es decir, no hay ruptura con la realidad, por lo tanto, el enfermo es consciente de que lo está. Por eso es importante hacer un autoanálisis de manera objetiva, con el fin de prevenirla o tratarla. Detectarla a tiempo incrementa exponencialmente las posibilidades de recuperación completa.
Si has notado alguno de los síntomas que hemos presentado, acuda a un especialista, no todas las depresiones son iguales ni todos los síntomas son exclusivos de una depresión, pero en caso de verse afectado, la detección temprana es básica para la recuperación.
Recuerde que buscar ayuda puede ser la solución.
FUENTES:
http://www.who.int/es
http://www.mentalhealthamerica.net/
https://medlineplus.gov