Consejos para mantener un corazón saludable
El 25 de septiembre de cada año se celebra el día mundial del corazón, una iniciativa de la fundación mundial del corazón y de la Organización Mundial de la Salud, con el fin de que las personas conozcan mejor los métodos para reducir al mínimo los factores de riesgo asociados con las enfermedades cardiovasculares, que cobran 17.5 millones de vidas al año aproximadamente.
En la actualidad, la enfermedad isquémica cardíaca, el accidente cerebrovascular, la diabetes y la enfermedad hipertensiva, ocupan los puestos 1°, 3°, 8° y 9° respectivamente, dentro de las diez principales causas de mortalidad en Colombia.
El objetivo que se proponen las organizaciones en el marco del Día Mundial del Corazón, es promover la toma de conciencia sobre el impacto de las enfermedades cardiovasculares en la comunidad y hacer énfasis en la prevención como medida indispensable para llevar una vida saludable.
Por eso en este artículo, te damos algunos consejos para mantener un corazón sano y saludable.
Lo que debes saber:
- Un estilo de vida físicamente activo va asociado a una reducción en la frecuencia y en la mortalidad de las enfermedades cardiovasculares.
- Seguir una dieta equilibrada puede ayudar a disminuir tres de los principales factores de las enfermedades del corazón: colesterol elevado, hipertensión arterial y exceso de peso.
- A partir de los 40 años se recomienda realizar revisiones médicas periódicas, especialmente quien tiene antecedentes familiares de enfermedad cardíaca, hipertensión, colesterol, diabetes, obesidad y tabaquismo.
1. Practicar ejercicio físico cada día: Un estilo de vida físicamente activo va asociado a una reducción en la frecuencia y en la mortalidad de las enfermedades cardiovasculares. Al mejorar el funcionamiento del sistema cardiorrespiratorio, tener un efecto beneficioso sobre el sobrepeso, la hipertensión arterial, la diabetes y la hipercolesterolemia, disminuye las posibilidades de aparición de angina de pecho e infarto de miocardio. Además, presenta efectos psicológicos muy importantes, que contribuyen a controlar el estrés y aumentar el bienestar mental.
Se ha visto que la actividad física es beneficiosa en ambos sexos y en todos los grupos de edad, siempre y cuando se practique regularmente, independientemente de cuándo se empiece, lo que indica que nunca es tarde para obtener sus beneficios.
El ejercicio más recomendable es del tipo aeróbico: correr, caminar con energía, nadar, o montar bicicleta y los estudios demuestran que debe practicarse por lo menos tres veces por semana durante 30 minutos para fortalecer el corazón.
2. Seguir una dieta sana y equilibrada: Seguir unos hábitos saludables en la alimentación puede ayudar a disminuir tres de los principales factores implicados en las enfermedades del corazón: el colesterol elevado, la hipertensión arterial y el exceso de peso. Así, es posible reducir el riesgo cardiovascular con sólo implementar unos pocos cambios en la dieta y mantener el corazón sano.
Los hábitos sanos para el corazón incluyen limitar el consumo diario de sal y de alcohol. Además, la dieta debe constar principalmente de frutas, verduras, cereales, carnes magras y pescado. Se aconseja reducir el consumo de grasa (especialmente grasa saturada) y colesterol (carnes rojas grasas, leche entera, quesos elaborados con leche entera, huevos, platos a base de crema y postres que contengan mucha grasa), y priorizar la grasa que procede del aceite de oliva, frutos secos y pescado azul, por sus beneficios sobre el sistema cardiovascular. El aporte de fibra (cereales integrales, legumbres, frutas) también es muy importante.
3. Dejar de fumar: El tabaco es uno de los principales factores que se pueden evitar y modificar para disminuir la aparición de enfermedades del corazón. Fumar ejerce un efecto nocivo sobre el sistema cardiovascular, favorece el riesgo de trombosis y provoca una reducción del calibre de las arterias coronarias dificultando el riego del corazón. Por lo tanto, es imprescindible, evitar el tabaco de forma activa, así como el tabaquismo pasivo (ambientes de fumadores).
4. Limitar el alcohol: El consumo de alcohol moderado (uno a dos vasos de vino tinto al día) se ha relacionado con una disminución de las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, está demostrado que el abuso del alcohol es perjudicial para la salud.
Diversos estudios han descrito una relación entre un consumo de alcohol excesivo y la aparición de enfermedades cardiovasculares, por ello, es recomendable moderar su consumo y limitarlo.
5. Mantener un peso óptimo: Diversos estudios han mostrado que la obesidad agrava los problemas cardíacos por el sobreesfuerzo al que se somete al corazón, predispone a sufrir hipertensión, cardiopatía coronaria, accidentes cerebrovasculares, favorece la aparición de diabetes tipo 2, además de otras enfermedades como las pulmonares y las osteoarticulares que también se ven afectadas por la sobrecarga a la que se ven sometidas.
Aproximadamente un 40% de la incidencia de la cardiopatía coronaria se atribuye a un índice de masa corporal (IMC) superior a 25. Por eso resulta fundamental que cada persona conozca su IMC y actúe en consecuencia, sobre todo si se trata de personas mayores de 20 años.
6. Realizar actividades placenteras y eliminar el estrés: El estrés es otro factor que puede afectar al corazón. Es más probable sufrir un ataque cardíaco en momentos de estrés, porque el corazón se acelera y aumenta la presión arterial. Cuando esto sucede, el corazón necesita más oxígeno. Por eso es importante, buscar momentos para realizar actividades relajantes y placenteras, como los paseos, el yoga, etc.
7. Controlar la diabetes: En personas que padecen diabetes, el control estricto de sus cifras de glucosa (azúcar) en sangre, evita lo que se conoce como las complicaciones de la diabetes en las que, básicamente, el nivel alto de glucosa mantenido, provoca un deterioro de las arterias del organismo afectando principalmente a órganos como el corazón, el cerebro, los riñones y la visión.
Además, existen otros conocidos factores de riesgo cardiovascular que, con frecuencia, se presentan asociados a la diabetes, especialmente la del tipo 2. Son: la obesidad y la hipertensión arterial.
Con un buen control de la enfermedad (fármacos y dieta adecuada) se puede mejorar claramente la calidad de vida y el pronóstico de los pacientes con diabetes.
8. Vigilar la tensión arterial: La hipertensión habitualmente no da ningún síntoma, pero es importante detectarla y tratarla porque se relaciona con enfermedades cardiacas potencialmente graves como insuficiencia cardiaca y el infarto de miocardio.
9. Controlar el colesterol: Está demostrado que las personas con niveles de colesterol en sangre de 240 tienen el doble de riesgo de sufrir un infarto de miocardio que aquellas con cifras de 200. La prevención incluye comer de forma saludable, controlar el peso y hacer ejercicio físico.
10. Realizarse revisiones médicas de forma periódica: A partir de los 40 años es recomendable la realización de revisiones médicas de forma periódica. Esto es especialmente importante en personas con factores de riesgo como son antecedentes familiares de enfermedad cardiaca, hipertensión, colesterol, diabetes, obesidad y tabaquismo.
La realización de un análisis y una exploración médica puede poner de manifiesto la presencia de enfermedades relacionadas con el riesgo cardiovascular (hipertensión, diabetes) cuando todavía no se han manifestado, por eso te aconsejamos acudir al médico de forma regular.
Fuentes:
https://medlineplus.gov/
https://www.who.int/es
https://mejorconsalud.com