¿Cómo afrontar las rutinas aceleradas de la cotidianidad?
La palabra estrés, a veces puede confundirse erróneamente con mal genio o tristeza, pero no son lo mismo. Lo cierto es que estos sentimientos pueden ocasionar estrés. En la rutina es mucho lo que se puede hacer para controlarlo, pero es importante conocer antes, cómo se origina el estrés y como se manifiesta para después entender cómo se debe manejar.
El estrés siempre va a ser una respuesta de nuestro cuerpo a las situaciones que se viven y se entienden como riesgosas para nosotros. Esto suena bien y hasta beneficioso para el ser humano, pero a veces el estrés no es funcional.
Y es que el estilo de vida acelerado en el que se desarrollan la mayoría de individuos hace que el dolor del cuello, cabeza y espalda que les causa estrés no les interese.
“Las personas se acostumbran al dolor, a que su calidad de vida no sea buena y a que su rendimiento diario no sea al 100%”, dice Janeth Barrionuevo, médica ocupacional de Bayer.
Llevar este estilo de vida hace que la salud poco a poco se deteriore. Aparecen diversos malestares como dolores en cuello, hombros, piernas, rodillas, entre otras partes del cuerpo a las cuales no se les da la importancia debida. Según Barrionuevo, lo que empezó con un dolor leve en el cuello, al no recibir tratamiento, puede convertirse en una contractura. A futuro, incluso, podría incapacitarlo para ejercer sus funciones. Lo que podía solucionarse al inicio de forma rápida, necesitará un tratamiento más largo e invasivo. Crisis de ansiedad, empezar a inventarse enfermedades para no enfrentar el factor estresante, como ir al trabajo, e insomnio son otros síntomas que advierten que una persona está estresada. Pero el estrés en sí no es malo, ayuda a las personas a reaccionar ante cambios inesperados en la rutina diaria, aunque su intensidad debe bajar cumplida la tarea. Barrionuevo explica que el estrés hace que el organismo secrete varias endorfinas que ayudan a que el individuo enfrente problemas de una forma más ágil. El problema aparece cuando no se sabe cómo manejarlo y se va acumulando.
Sin embargo, existe un tipo de estrés positivo. Este se refiere a cuando la respuesta de estrés se produce de una forma adaptativa, las consecuencias de tal respuesta no perjudican la salud integral del sujeto y su duración se acopla a la duración del estímulo estresor, la respuesta de estrés que se desencadena durante tu primer día de trabajo es adaptativa (estrés positivo) porque implica que has de estar alerta para atender a los nuevos estímulos (tareas, jefes, compañeros, procedimiento de la empresa, etc.).
¿Cuándo deja de ser positivo y pasa a afectar negativamente nuestra vida? Pues, si dicho estrés dura más de un mes, la respuesta se intensifica con el paso del tiempo y comienza a interferir en la salud del trabajador (aparecen problemas de insomnio, taquicardia, ansiedad, depresión, entre otros) se trataría de un caso de estrés negativo y se debería tomar medidas al respecto.
El estrés negativo puede manifestarse de diversas maneras:
- Problemas físicos: Respiratorios y gastrointestinales.
- Problemas para concebir el sueño.
- Migrañas frecuentes.
- Mal humor sin razón aparente
- Negativismo para todo
Sin ser todas las manifestaciones, son algunas de las más importantes y recurrentes. Es indispensable estar pendiente y alerta a la manifestación de estos síntomas, no solo en uno mismo sino en quien nos rodea. Hay acciones que se pueden emprender para trabajar el estrés y poder seguir una vida funcional sin permitir que esto afecte el desarrollo normal de las actividades. A continuación, algunas claves para afrontar el estrés.
- Hacer ejercicio, con una rutina establecida.
- Generar un grupo de apoyo, tener a quien contarle nuestras preocupaciones.
- Consultar la situación que se vive con un psicólogo que oriente acerca del caso.
- No perder una buena alimentación.
- Regular horarios de sueño y descanso.
Organización y planificación son la clave de para evitar el estrés en un mundo moderno y acelerado. Para prever los dolores musculares causados por el estrés y por estar en una misma posición varias horas, el secreto está en las pausas activas.
Las pausas consisten en dejar de hacer lo que se está haciendo y enfocarse en otra actividad, como hacer ejercicios, ir al baño o compartir una pequeña conversación con algún compañero. Con estas pausas, el cuerpo retoma energías porque se desconecta de la concentración al trabajo.
Las pausas activas sirven para mejorar el desempeño y la eficiencia en el trabajo y, además, previenen enfermedades ocupacionales y accidentes laborales. Los ejercicios aconsejados para estas pausas son de relajación muscular, acompañados de movimientos activos simples. Su ejecución puede durar entre 7 y 10 minutos, en cada lapso de 3 o 4 horas de labores. Se recomienda que durante la jornada laboral se hagan pausas cada hora, dependiendo de la actividad que se realice, por ejemplo, si el trabajo no demanda mucho esfuerzo ni mucha concentración, las pausas pueden ser cada dos horas. Estos paréntesis en el trabajo también son conocidos como gimnasia compensatoria y son una herramienta de la salud ocupacional para promover actividad física enfocada en mejorar movilidad articular, realizar estiramientos y ejercicios que propicien cambios de posición y disminución de cargas osteomusculares por mantenimiento de posiciones prolongadas y/o movimientos repetitivos durante la jornada laboral. Sus beneficios son amplios: disminuye el estrés, ayuda al funcionamiento del sistema cardiovascular y respiratorio, favorece el cambio de posturas y rutina, libera estrés articular y muscular, estimula y favorece la circulación, mejora la postura, favorece la autoestima y capacidad de concentración, motiva y mejora las relaciones interpersonales, promueve la integración social, disminuye el riesgo de enfermedad profesional y mejora el desempeño laboral.
Pero la vida acelerada y sin pausas también afecta la calidad de la alimentación. Si no tiene tiempo, si está nerviosa o estresada, la persona deja de comer. Es cuando empiezan a aparecer problemas en la salud pues aunque no se ingieran alimentos el estómago sigue trabajando. Por ejemplo, adolecen de gastritis o de úlceras estomacales. “Hoy toda la gente anda apurada y si llevamos un estilo de vida acelerado la alimentación debe ser mucho más rica”, dice Xavier Jarrín, chef representante de Warenhaus.
Para gozar de buena salud lo óptimo en la alimentación es realizar 5 comidas al día: desayuno, un refrigerio a media mañana, almuerzo, otro refrigerio a media tarde y la cena. Es fundamental que exista un equilibrio nutricional en cada comida principal, en la que se combine adecuadamente carbohidratos, proteínas y verduras. Es importante alimentarse bien para gozar de buena salud. De no hacerlo podría haber decaimiento, baja de presión, cansancio por el mínimo esfuerzo físico, el cuerpo no va a funcionar bien ni va a rendir al 100% en cada actividad que haga. Se destaca la importancia del desayuno para empezar el día. Además, es fundamental combinar la buena alimentación con el ejercicio diario.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. La OMS define a la salud mental como un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera; además, es capaz de hacer una contribución a su comunidad.
FUENTES:
https://blog.neuronup.com/estres-laboral/
https://minutodedios.fm/estres-la-cotidianidad-manejarlo/
https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/sociedad/6/llevar-una-vida-acelerada-afecta-a-la-salud
https://habilidadsocial.com/salir-de-la-rutina/